La reformulación de las emociones y de los sentimientos consiste en tratar de formular las emociones y los sentimientos que una persona siente o trata de expresarnos para ayudarla así a que se entienda ella mejor.

Esto implica que el consejero no tiene sólo que concentrarse en lo que la persona está diciendo sino también en cómo lo está diciendo.

• El miedo (preocupado, con desconfianza, ...)
• La cólera (frustrado, agresivo, ...)
• La tristeza (derrotado, apenado, ...)
• El asco (desilusionado, asqueado, ...)
• La sorpresa (atónito, asombrado, ...)
• La alegría (satisfecho, feliz,...)

Existen más de 200 términos para expresar los sentimientos. Por ejemplo en el caso de la retinitis por CMV, los sentimientos que se expresan más a menudo son : el deconcierto, el miedo, la injusticia, la preocupación, el espanto, la impotencia, la desvalorización, la exasperación, la pérdida, la soledad, la vulnerabilidad, la vergüenza, la desesperación, el pánico, la insufisiencia, el desaliento, el fin pero también el cumplimiento, la realización, el libre albedrío, la verdad, la autenticidad, lo infinito, la nostalgia.

¿Cómo obrar con los sentimientos negativos?

Ante un sentimiento negativo, el consejero tiene que hacer de
« espejo », un espejo que le está reflejando a la persona su propio Yo, dándole la posibilidad de reorganizarse a partir de esta nueva percepción. Cuando la persona está desalentada, cuando ha pensado en suicidarse, cuando se siente agobiada por la enfermedad, la tendencia natural es no querer teatralizar la situación. En realidad, es preferible ayudar a la persona a que se enfrente con sus propios sentimientos, que los reconozca tal cual son, para poder así tomarlos en cuenta y que se pueda hacer algo. Llegamos entonces, a descubrir en ciertas oportunidades, que detrás de un sentimiento negativo se puede estar ocultando un deseo positivo que la persona ignora ( Ej : detrás del desaliento se oculta una cólera detrás de la cual se oculta un temor que él mismo deja que se exprese un deseo que la persona albergaba pero que no se animaba a realizar).